martes, 26 de abril de 2022

Cuento con Narrador Interno

 Los Alacranes

Milagros Benito Mugnolo 

Era el año 1988, yo recién me había cambiado de colegio y nunca es fácil hacer amigos siendo el nuevo, mucho menos cuando tus compañeros habían estado todo el primario juntos y vos entrabas recién en el secundario. Todos parecían tener una complicidad que yo nunca logre comprender. Me mudaba mucho, mi papá trabajaba en un banco y cada vez que lo cambiaban de locación toda la familia se tenía que ir con él. No sé si mis hermanas o mi mamá se sentían igual de mal que yo, en esa época no se hablaba tanto de los sentimientos como ahora, pero yo me sentía fatal. Cada vez que tenía que armar las valijas para dejar el pueblo en el que estemos viviendo era como dejar mi vida atrás. Siempre fui muy tímido, si ahora me cuesta hacerme amigos, de chico era mucho peor. Las inseguridades de cualquier niño, sumadas a que los otros chicos me tomaban de punto no eran la receta perfecta para dejar mi timidez atrás. Entonces, para mí un amigo era el equivalente a un tesoro lleno de oro. Nunca duraban mucho estos amigos. Era como si el banco en el que trabajaba mi papa me espiase y cada vez que yo formaba un vínculo lo cambiaran de sucursal, específicamente para hacerme sufrir a mí. Hoy en día sé que ese no es el caso, que probablemente ni sabían cómo estaba conformada mi familia. 

Volviendo al tema del colegio, este no quedaba en un pueblo como otros a los que fui. Este quedaba en Moreno, y al ser un barrio en el conurbano bonaerense significaba que al menos pasaba más desapercibido que en los pueblos, había más gente. Esto me hacía sentir más protegido, podía pensar que a lo mejor las cargadas eran para otro, a lo mejor nadie notaba que comía solo o que la profesora me tenía que meter en un grupo en los trabajos práctico, porque nadie me incluía y a mí me costaba mucho meterme en un grupo por mi cuenta. Este factor me ayudo un poco, conseguí dos amigos más rápido que otras veces. Mi primer amigo me lo hice dos meses después de entrar al colegio, en un recreo que los varones fueron a jugar al futbol y les faltaba un jugador para hacer dos equipos iguales. Me acuerdo que me llamo un chico muy alto y flaquito por mi nombre, tenía la cabeza llena de rulos y venia masticando un chicle. Todos le decía Lucho, no porque su nombre fuese Luciano (se llamaba Manuel) sino que era un diminutivo de "Larguilucho."

 

-Escucha, nos falta un jugador para hacer la partida pareja, ¿vos jugas?- me dijo Lucho.

 

-Si, obvio. Voy a necesitar que me digan quienes son mis compas de quipo, nada más. Todavía no cacho bien eso...- respondí. Lucho me mostro a todos los chicos uno por uno, y me dijo que los que estaban en mi equipo tenían un alacrán dibujado con fibra en el brazo. Era época de alacranes en la provincia de Buenos Aires, lo había escuchado en la radio. Me dibujaron un alacrán a mí en el brazo y jugamos al futbol todos juntos. Di lo mejor de mí, quería integrarme bien. 

 

-Jugas bien, pibe- me dijo Lucho cuando toco el timbre, mientras volvíamos al aula. Me reí y le di las gracias. 

 

A partir de ese día no comí más solo. Lucho y yo nos hicimos mejores amigos, y él me presento a su amigo del A. Le decían El Chori, porque su papá tenía una carnicería, pero se llamaba Juan. Lucho, Juan y yo rotábamos casa, y todos los días merendábamos juntos. Formamos una amistad re unida. Uno de esos días Lucho nos contó algo que me dejo con la sangre helada:

-¿Vieron eso de que hay escorpiones en la escuela?- dijo de manera casual, mientras se llevaba la taza de café con leche a los labios para bajar el buñuelo de manzana casero hecho por mi mamá.

Yo nunca les había contado, pero les tenía bastante miedo a los escorpiones. Una vez había visto en una revista de ciencias naturales que con una picadura te pueden matar y desde entonces que les tengo miedo. Les iba a contar este dato y el miedo que me genera, pero Juan se me adelanto. 

- Ah no, entonces yo no voy más al colegio hasta que el problema se solucione.  Y tampoco hago la tarea, como forma de huelga pacifica- dijo con una sonrisa pícara en la cara.

-Vos usas cualquier excusa para rascarte a cuatro manos. Además, como si cambiara mucho, sí nunca haces nada- le contesto Lucho haciéndonos reír a todos. 

Hicimos un poco de tarea juntos y los chicos se tuvieron que ir. Habíamos quedado en quedarnos más tiempo al día siguiente en el colegio, queríamos ver si encontrábamos algún alacrán. 

 

Al día siguiente Juan se apareció con pala "anti-alacranes", como la llamada él. Hacía mucho calor para que la esté cargando, pero la trajo de todas formas. Ese día jugamos al futbol en el último recreo, otra vez me toco ser equipo "alacranes", pero esta vez jugué contra mis amigos. Cuando termino el partido y todos se empezaron a ir, nosotros nos escondimos en los baños.

- Creo que ya no queda nadie, vamos- dijo Lucho.

Empezamos a caminar por la escuela los 3, haciéndonos chistes y dándonos sustos entre nosotros. Yo tenía una linterna y alumbraba nuestro camino en las partes más oscuras del colegio y Juan tenía la pala para aplastarlos, Lucho había sido el único que no vino preparado. 

-¡Ahí, miren!- dijo Lucho. Esta vez no era un chiste, había dos alacranes en una esquina. Parecían estar peleando, pero cuando los alumbre con mi linterna pararon y nos miraron fijo. Un escalofrió recorrió mi cuerpo. Empezaron a caminar hacia nosotros

- ¡Corran!- grito Juan y empezó a correr. Lucho y yo corrimos detrás de él, empezamos a ir hacia la salida. Cuando me di vuelta para ver si todavía estaban detrás nuestro me di cuenta que se habían multiplicado. Eran muchos más que dos, debían ser mínimo doce. 

-Chicos, hay más alacranes siguiéndonos. Corran más rápido o no la contamos. - Dije, esto hizo que miren para atrás. Vi el miedo en sus caras y sus velocidades cambiar. Empezamos a correr mas rápido.

- ¡Giren acá! - dijo Lucho, que se conocía todo el colegio de memoria. Pero yo me confundí de lado. Ellos giraron a la izquierda y yo a la derecha. El miedo me paralizo, espere la picadura quieto. Asumí mi final. Pero nada ocurrió. Mire para atrás. Nada. Ni un solo alacrán. A mí no me siguieron. Fue entonces cuando me di cuenta que dejé solos a mis amigos, y fui corriendo hacia donde habían ido ellos. Corrí haciendo ruido y agitando mi linterna, pero ningún alacrán vino a mí. Cuando encontré a los chicos estaban subidos a una mesa, encerrados entre una pared y lo que parecían ser 30 alacranes. 

-Juan, dame la pala si no vas a hacer nada. - Dijo Lucho, pero Juan no podía reaccionar. Estaba tieso como una piedra aferrado tan fuerte a la pala que sus manos estaban rojas. 

-Juan, ¡hace algo! - Lucho estaba visiblemente desesperado, intentando sacarle la pala a Juan sin ningún tipo de suerte. -¡por una vez en tu vida, hace algo!- seguía gritando Lucho, creo que buscaba hacerlo reaccionar. 

Avance, pise un alacrán con la esperanza de que me empezara a seguir a mi, de salvar a mis amigos. Nada. Era como si no existiera para ellos. Los empecé a pisar, pero eran muchos. No llegue. Hasta hoy los extraño. Hasta hoy me siento culpable.

 


lunes, 25 de abril de 2022

Mapa de conceptos principales: El Narrador y Tesis Sobre el Cuento

Mapas de Conceptos Principales

Alumna: Milagros Benito Mugnolo
Materia: Taller de Expresión 1
Catedra: Reale
Comisión: 56


El narrador: conceptos importantes 

Supremacía del narrador: regula la información y como el lector conoce el menudo que construye el relato.

Tipos de narrador:

  • El que "lo sabe todo"

“En ocasiones [...] el narrador hará especialmente ostensible su presencia haciéndole saber al lector que domina el discurso, qué él decide cuándo, cómo y qué contar de la historia.”

“Esta omnipresencia del narrador, sin embargo, no siempre implica omnisciencia. En aras de dar verosimilitud o de crear una atmósfera determinada o de “humanizar” su propia figura, el narrador puede manifestar que no tiene toda la información y solo está suponiendo algunas de las cosas que narra”

  • Narrador solapado. 
"[...] oculta su presencia e intenta alejarse del discurso y de los personajes sin emitir opinión alguna, para que el relato parezca estar narrándose a sí mismo. Este narrador solapado le confiere a su discurso mayor objetividad”

La objetividad o la subjetividad que tenga el discurso depende básicamente de dos cuestiones: la distancia que tome el narrador frente a los hechos narrados y la perspectiva que adopte.

Voz y modo
sujeto que habla en la narración —> voz
sujeto que percibe—> modo narrativo
de acuerdo a quién habla podemos clasificar al narrador como autodiegético (si es el protagonista de la historia), homodiegético (si es un personaje que participa como testigo) o heterodiegético (si no participa de la historia como personaje).

La focalización
La focalización (también llamada perspectiva, punto de vista o visión) es un fenómeno que alude al modo en que son presentados los hechos en el marco de un relato. Esta perspectiva determinará en gran medida la historia. 
Para Genette, un relato esta focalizado cuando hay una reducción en el campo de visión. Así, la noción de focalización vendría a funcionar como sinónimo de “filtro informativo”. Si el narrador no tiene ninguna restricción y su campo de visión está completamente abierto habrá focalización cero (en otras palabras, no habrá focalización alguna)12. Cuando el foco se sitúe en el interior del personaje y el universo narrado se perciba a través de sus ojos habrá focalización interna. Y si en cambio se sitúa fuera de cualquier personaje y el narrador solo registra lo perceptible, habrá focalización externa.
Un caso particular de focalización interna está dado por el llamado monólogo interior, en el que asistimos al fluir del pensamiento de un personaje del relato.
Con todo, el fenómeno es todavía más complejo en tanto implica no solamente el sujeto de la enunciación y el sujeto de la percepción sino también el objeto/sujeto/situación sobre el que se esté haciendo foco.
Puede ocurrir que un narrador protagonista focalice como testigo, es decir, adopte una visión desde afuera en forma transitoria. 
La focalización, entonces, difícilmente se mantiene estable a lo largo de todo un relato. Se puede pasar de una focalización a otra sin que cambie el narrador, lo que repercute directamente sobre la historia. Y he aquí la importancia del fenómeno en la escritura: la focalización es uno de los medios más sutiles y eficaces para manipular al lector.

Tesis Sobre el Cuento

 I 
Primera tesis: Un cuento siempre cuenta dos historias. 
II
 El cuento clásico narra en primer plano la historia 1 y construye en secreto la historia 2. El arte del cuentista consiste en saber cifrar la historia 2 en los intersticios de la historia 1.  El efecto de sorpresa se produce cuando el final de la historia secreta aparece en la superficie. 
III 
Cada una de las dos historias se cuenta de modo distinto. Los mismos acontecimientos entran simultáneamente en dos lógicas narrativas antagónicas. Los elementos esenciales de un cuento tienen doble función y son usados de manera diferente en cada una de las dos historias. Los puntos de cruce son el fundamento de la construcción. 
IV 
Lo que es superfluo en una historia, es básico en la otra. 
El cuento es un relato que encierra un relato secreto. Segunda tesis: la historia secreta es la clave de la forma del cuento y de sus variantes. 
VI 
La versión moderna del cuento que viene de Chéjov, Katherine Mansfield, Sherwood Anderson, y del Joyce de Dublineses-, abandona el final sorpresivo y la estructura cerrada; trabaja la tensión entre las dos historias sin resolverla nunca. La historia secreta se cuenta de un modo cada vez más elusivo. La historia secreta se construye con lo no dicho, con el sobreentendido y la alusión. 
VII
 «El gran río de los dos corazones», uno de los relatos fundamentales de Hemingway, cifra hasta tal punto la historia 2 (los efectos de la guerra en Nick Adams) que el cuento parece la descripción trivial de una excursión de pesca. Narrar con detalles precisos la partida y el ambiente donde se desarrolla el juego y la técnica que usa el jugador para apostar y el tipo de bebida que toma. No decir nunca que ese hombre se va a suicidar, pero escribir el cuento como si el lector ya lo supiera. 
VIII 
Kafka cuenta con claridad y sencillez la historia secreta, y narra sigilosamente la historia visible hasta convertirla en algo enigmático y oscuro.  La historia del suicidio en la anécdota de Chéjov sería narrada por Kafka en primer plano y con toda naturalidad. Lo terrible estaría centrado en la partida, narrada de un modo elíptico y amenazador. 
IX
 Para Borges la historia 1 es un género y la historia 2 es siempre la misma. Para atenuar o disimular la esencial monotonía de esa historia secreta, Borges recurre a las variantes narrativas que le ofrecen los géneros. Todos los cuentos de Borges están construidos con ese procedimiento. La historia visible, el juego en la anécdota de Chéjov, sería contada por Borges según los estereotipos (levemente parodiados) de una tradición o de un género. Una partida en un almacén, en la llanura entrerriana, contada por un viejo soldado de la caballería de Urquiza, amigo de Hilario Ascasubi. El relato del suicidio sería una historia construida con la duplicidad y la condensación de la vida de un hombre en una escena o acto único que define su destino. 
La variante fundamental que introdujo Borges en la historia del cuento consistió en hacer de la construcción cifrada de la historia 2 el tema del relato. Borges narra las maniobras de alguien que construye perversamente una trama secreta con los materiales de una historia visible. 
XI 
El cuento se construye para hacer aparecer artificialmente algo que estaba oculto. Reproduce la busca siempre renovada de una experiencia única que nos permita ver, bajo la superficie opaca de la vida, una verdad secreta. «La visión instantánea que nos hace descubrir lo desconocido, no en una lejana terra incógnita, sino en el corazón mismo de lo inmediato», decía Rimbaud. Esa iluminación profana se ha convertido en la forma del cuento.

Relación entre ambos textos

Piglia propone en "Tesis Sobre el Cuento" que los cuentos tienen dos historias, una visible y una oculta. Dice que en el cuento clásico esa historia sale a la luz al final, pero que en cuento moderno la segunda historia siempre esta en tensión con la primera pero no sale a la luz explícitamente al final, sino que nosotros como lectores debemos descífralas a partir de las pistas que nos deja el autor a lo largo del cuento. Con esto explicado, pasa a contarnos como diferentes escritores contarían una misma historia y lo diferente que seria para cada uno. Esto se debe al narrador de su historia. Allí encuentro conexión con el capitulo "El Narrador" del cuadernillo, que nos explica los diferentes tipos de narradores y como estos afectan a la historia que estemos contando.

martes, 19 de abril de 2022

Diario de una Lectora #1

 Diario de la Lectora #1

Milagros Benito Mugnolo


“qué cosas estaré soportando 

yo ahora

opacada a bajo el trabajo milimétrico 

de la costumbre” Otros Colores Para Nosotras, Natalia Leiderman

“Parece como si existiera en el cerebro una región totalmente específica, que podría denominarse memoria poética y que registra aquello que nos ha conmovido, encantado, que ha hecho hermosa nuestra vida” La Insoportable Levedad del Ser, Milan Kundrea

“Bienaventurados los que no tienen miedo de esconder aquello que no saben” El Zahir, Paulo Coelho

“Estaba bailado cuando la música paró” happiness, Taylor Swift 

“[…] Porque estoy donde

No causo daño, me ocupo de mis asuntos

Si nuestro amor murió joven, yo no puedo ser testigo” right there where you left me, Taylor Swift

“Se nota que es una acción que viene de la bondad, de que lo viviste y no queres que nadie más lo viva” mi hermana.

“Soy lector de mis propios libros” El Zahir, Paulo Coelho

Cuento Sueño: modificación con otros sueños.

 

La Bruja Verde.

Texto de Milagros Benito Mugnolo. 

Trabajo para la materia Taller de Expresión 1, catedra Reale, comisión 56.


Dos niñas duermen en sus camas, descansan tranquilas en una casa oscura y silenciosa. Era una noche tranquila, como cualquier otra, pero un sentimiento raro hizo que una de las mellizas de despierte. La niña se sentó, miro con los ojos entreabiertos a un lado y al otro, buscando la razón a su sentimiento. Era algo que nunca antes había sentido. Antes de que pudiera descartarlo como un viento que le pego mal y se volviera a acostar, una bruja con cara verde y sombrero en punta entró a la habitación con su escoba voladora. La bruja se reía, era alegre, sobrevolaba la habitación y dejaba un brillo verde sobre lo que pasaba. La niña se despertó de repente, con miedo se paró para intentar despertar a su melliza. Gritó por sus padres, pero nadie venía. Cuando la bruja se percató que estaba asustando a una niña dejo de volar en círculos por la habitación, paró de reír y se sacó su sombrero. Tenía el pelo negro con mechones blancos. Esto le llamo la atención a Mila, la melliza despierta, así que dejo de gritar y la miro. La bruja sonrío y se sentó enfrente de la (ya tranquila) niña. 

- Hola, lamento mucho haberte asustado- dijo la bruja. 

-¿Quién sos? ¿Qué haces acá? Esta es mi casa. - respondió la niña. 

- Me llamo Ema, ¡soy una bruja verde! Pasó por las casas agregando vida a las plantas. Ustedes tienen muchas plantas, así que vine a agregarle vida a cada una de ellas. - hablaba con una voz aguda pero amable. 

-¿Cómo haces para volar?- pregunto Mila. Ella soñaba con volar, quería ser un hada para poder volar desde que vio a Tinkerbell por primera vez. 

-Es algo que me sale natural, como caminar. - respondió la bruja, decepcionando un poco a Mila.

- ¿Qué pasa?- dijo Ema al ver la expresión de la niña. -¿queres volar? Yo puedo ayudare con eso.- con esto dicho, la bruja se paro extendió su mano. 

Mila había escuchado mil veces que no tenía que irse con extraños, pero como nunca le dijeron nada de irse con brujas, le pareció sensato ir con la Ema. La bruja verde tomó su escoba, subió a su nueva amiga y despegaron. Salieron por una ventana que había en el cuarto de las mellizas, que daba directo a una plaza, allí Mila vio como el polvo verde que dejaba la bruja mientras volaba servía para darle vida las plantas. Plantas con aspecto triste revivían por arte de magia cuando el polvo las tocaba. 


Volaron por horas y hablaron sobre todas las cosas que tenían en común, hasta que un grito las saco de su conversación. Buscaron de donde provenía ese grito continuo, y vieron a un chico cayendo de un avión, intentado que abra su paracaídas sin ningún tipo de suerte.

-Hay que ayudarlo- dijo Mila, e inmediatamente Ema voló a toda velocidad para alcanzar al chico que gritaba. Cuando llegaron a él notaron que estaba asustado, confundido y aliviado, todo al mismo tiempo. Ema tomo al paracaidista del brazo y lentamente descendieron a la tierra. 

-¡Wow! Gracias, pero al mismo tiempo ¿qué acaba de pasar? ¿estoy soñando?- dijo el chico, un poco menos aliviado y cada vez mas visiblemente confundido y asustado. 

-Somos Ema y Mila, ella es una bruja verde que le da vida las plantas, yo soy su amiga- dijo Mila con una sonrisa

-Y no estas soñando- agrego Ema -¿Te puedo preguntar por que estabas haciendo paracaidismo en la noche? Eso no parece seguro- 

-Ok... yo soy Nacho. Hago paracaidismo de noche porque es mas tranquilo así, y la ciudad se ve genial de noche- respondió Nacho. -No puedo agradecerles lo suficiente a ambas, ¡me salvaron la vida!- agrego.

-No fue nada- contesto Ema.

-Les quiero mostrar mi aprecio, por favor esperen acá mientras les traigo un obsequio por mi gratitud.- Nacho se fue, y las amigas esperaron unos minutos hasta que volvió en un auto deportivo, Mila pensó que les iba a regalar el auto, pero en su lugar les regalo entradas para el concierto de la banda favorita de Mila. Resulta que Nacho era un millonario y mundialmente conocido paracaidista. Luego de eso las chucas se despidieron de su nuevo amigo, y volvieron a la casa de Mila. Ya era muy tarde, Mila tenía sueño y la bruja tenía que ir a descansar. 

- Lamento haberte asustado hoy, de verdad- dijo la bruja mientras entraban al cuarto de Mila por la misma venta que habían salido.

- ¿Estas loca? ¡Hoy fue el mejor día de mi vida!- respondió Mila mientras se acostaba en su cama.

- Me alegro- dijo Ema mientras se reía de la emoción de la niña por algo que para ella era tan cotidiano. -Me tengo que ir ahora, espero que nos volvamos a encontrar.- agregó la bruja verde.

-Sí, yo también.- respondió Mila, a quien se le caían los ojos del sueño.

Y así, sin más, Ema se fue y Mila se quedo dormida otra vez. 



sábado, 9 de abril de 2022

Presentación: Milagros Benito Mugnolo

 Presentación 

Texto de Milagros Benito Mugnolo 

Trabajo para la materia Taller de Expresión 1, catedra Reale, comisión 56.

Me llamo Milagros Benito Mugnolo, pero me dicen Mila. Tengo 20 años, este es mi segundo año en la carrera de comunicación social. Decidí a los quince años que quería estudiar comunicación, siempre me gusto mucho escribir, la moda y desde que tengo memoria me interesa mucho la forma de comunicarse de la gente a mi al rededor. Eran mundos que me parecían tan similares, y distintos a la vez, que no sabía como juntarlos. Me di cuenta que existía el periodismo de moda, y que se podía estudiar periodismo como una orientación en la carrera de comunicación y fue como si todos mis mundos se alinearan. Todas mis pasiones yuxtapuestas, supe que eso quería estudiar eso, me interesaba y no sentía como una obligación. 

En cuanto al taller, me anoté a la materia sin saber nada sobre el contenido. Yo me anoto a materias sabiendo que las tengo que hacer para tener el titulo, nada más. Me lleve una sorpresa muy agradable cuando vi que el foco de este taller es la escritura. Espero poder mejorar mi redacción y entender mejor la escritura "desde adentro". Comprendo que las herramientas que logre aprender en este taller me van a servir mucho si quiero ser periodista de moda. También me sirven para mi día a día, ya que yo tengo una relación muy cercana con la escritura, desde que aprendí a escribir que encuentro consuelo cuando lo hago. Me es útil para aclarar pensamientos, crear mundos a los cuales escapar y para recordar. 

Mi experiencia con la escritura se podría dividir en dos ramas, la privada y la publica. La escritura privada es aquella que se encuentra en diarios íntimos y en notas con contraseña en mi celular, son sentimientos o situaciones que necito procesar o que quiero recordar en unos años. La publica es aquella que leen mis profesores y profesoras, o los artículos que publique en la revista en la que participo. 

En cuanto a lectura tengo un favoritismo enorme por las novelas y los poemas, no me gustan mucho la fantasía o la ciencia ficción, para eso prefiero el realismo mágico. Mi libro favorito es "La Insoportable Levedad del Ser" de Milan Kundrea, aunque también me gustan mucho "Mi Año de Descanso y Relajación" de Ottessa Moshfegh, "El Señor de las Moscas" de William Golding y "Cuentos de Amor, Locura y Muerte" de Horacio Quiroga. Empecé a leer por un libro que me regalaron a los 11 y desde entonces me entretengo y relajo con la lectura , aunque soy lenta leyendo y cuando estoy con mucho para leer por la facultad no puedo concentrarme en la lectura por placer.

Como una chica joven, nacida en un mundo donde el exceso de información en la regla gracias a la globalización, tengo una visión del mundo pesimista. Creo que el calentamiento global es irreversible debido al egoísmo de nuestros dirigentes y que no voy a vivir para ver un mundo donde haya igualdad social, política y económica para todo el mundo. Aunque también tengo la esperanza de que mi generación pueda mejorar el mundo para las generaciones que nos siguen. 

Esa soy yo y este es mi blog. Bienvenidos. 

El cuento de un sueño: La Bruja Verde

La Bruja Verde.

Texto de Milagros Benito Mugnolo. 

Trabajo para la materia Taller de Expresión 1, catedra Reale, comisión 56.


Dos niñas duermen en sus camas, descansan tranquilas en una casa oscura y silenciosa. Era una noche tranquila, como cualquier otra, pero un sentimiento raro hizo que una de las mellizas de despierte. La niña se sentó, miro con los ojos entreabiertos a un lado y al otro, buscando la razón a su sentimiento. Era algo que nunca antes había sentido. Antes de que pudiera descartarlo como un viento que le pego mal y se volviera a acostar, una bruja con cara verde y sombrero en punta entró a la habitación con su escoba voladora. La bruja se reía, era alegre, sobrevolaba la habitación y dejaba un brillo verde sobre lo que pasaba. La niña se despertó de repente, con miedo se paró para intentar despertar a su melliza. Gritó por sus padres, pero nadie venía. Cuando la bruja se percató que estaba asustando a una niña dejo de volar en círculos por la habitación, paró de reír y se sacó su sombrero. Tenía el pelo negro con mechones blancos. Esto le llamo la atención a Mila, la melliza despierta, así que dejo de gritar y la miro. La bruja sonrío y se sentó enfrente de la (ya tranquila) niña. 

- Hola, lamento mucho haberte asustado- dijo la bruja. 

-¿Quién sos? ¿Qué haces acá? Esta es mi casa. - respondió la niña. 

- Me llamo Ema, ¡soy una bruja verde! Pasó por las casas agregando vida a las plantas. Ustedes tienen muchas plantas, así que vine a agregarle vida a cada una de ellas. - hablaba con una voz aguda pero amable. 

-¿Cómo haces para volar?- pregunto Mila. Ella soñaba con volar, quería ser un hada para poder volar desde que vio a Tinkerbell por primera vez. 

-Es algo que me sale natural, como caminar. - respondió la bruja, decepcionando un poco a Mila.

- A mi me gustaría volar. - susurró la niña. 

- ¿Qué queres volar? Yo puedo ayudare con eso.- dijo Ema parándose y extendiéndole la mano. 

Mila había escuchado mil veces que no tenía que irse con extraños, pero como nunca le dijeron nada de irse con brujas, le pareció sensato ir con la Ema. La bruja verde tomó su escoba, subió a su nueva amiga y despegaron. Salieron por una ventana que había en el cuarto de las mellizas, sobrevolaron parques y agregaron vida cada planta que veían. Se rieron por horas de pequeñas cosas que tenían en común, hasta que Mila tuvo que volver a su casa.

- Lamento haberte asustado hoy, de verdad- dijo la bruja mientras entraban al cuarto de Mila por la misma venta que habían salido.

- ¿Estas loca? ¡Hoy fue el mejor día de mi vida!- respondió Mila mientras se acostaba en su cama.

- Me alegro- dijo Ema mientras se reía de la emoción de la niña por algo que para ella era tan cotidiano. -Me tengo que ir ahora, espero que nos volvamos a encontrar.- agregó la bruja verde.

-Sí, yo también.- respondió Mila, a quien se le caían los ojos del sueño.

Y así, sin más, Ema se fue y Mila se quedo dormida otra vez. 



Pulp Fiction

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